Honoris Causa!

 

Semanas atrás, recibí un mensaje en donde se me estaba nominando a recibir un Doctorado Honoris Causa, me causó sobresalto y creí que era una broma.

No le tome importancia, pero vía telefónica se me contactó para ponerme al tanto de la nominación, y quienes habían sido mis proponentes ( a los cuales agradezco), más tranquilo, con la confianza de que no era broma, se platicó con la persona que lleva todo el Protocolo del Claustro Doctoral Iberoamericano.

Me solicitaron una documentación para someterla a votación, un par de semanas después, la llamada y el envío de un documento vía email en donde estoy siendo notificado para recibir este reconocimiento.

 

La fecha fue este pasado viernes 27 de marzo, donde por la cuarentena se suspendió el evento en la UNAM.

Así que la ceremonia como tal, no la he vivido, ni sentido en los huesos, pero por platicas con personas que ya estuvieron y son ahora Doctores Honoris Causa, mencionan que es una experiencia increíble; lo cual pronto lo comprobaremos.

Mi labor, es ahora, buscar personas con una Gran Calidad Humana, Líderes Sociales comprometidos con su trabajo y personas que le rodean, que sean ejemplo a seguir, capaces de inspirar a nuevas generaciones. En donde se les reconoce en vida su labor, entrega, estudio y trabajo arduo.

Compartir este logro con más personas que se lo merecen y están dispersas en este Maravilloso País, y hacer un proyecto vivo, armonioso, como Red viviente, donde todos respiramos y somos uno formando un todo.

Hay una serie de platicas que se van a ofrecer para motivar a las personas a llegar a Ser lo que siempre se han planteado en base a certezas, convirtiendo sus debilidades en fortalezas.

Como pueden leer, se abre una nueva página con oportunidades de crecimiento en otros aspectos y sentidos, donde yo planteaba hace poco que el Doctorado Honoris Causa es la punta del iceberg de situaciones que no he visto todavía, una de ellas es dar buen ejemplo hacia los demás, en la forma de actuar, hablar y ser.

Quedamos a la espera para el término de la cuarentena, reagendar la solemne ceremonia, y por lo pronto, seguir trabajando normal, con comunicación virtual, gozando del encierro, ya que es el momento de leer mucho para encubar ideas y proyectos.

¿ Qué opina mi estimado lector?